jueves, 5 de mayo de 2011

Obama-Osama ... Osama-Obama...

"Engañosas son las enseñanzas de la Verdad Oportuna" (*)

 Es tanto lo que en pocos días irrumpió sobre nosotros, son tantos los acontecimientos desbordantes que no hay psiquismo ni cuerpo físico ni mente que aguanten...

Por citar sólo los de mayor repercusión masiva de en esta última semana, tuvimos:

La Boda Real inglesa en paralelo al acto de la CGT - La Beatificación del Papa -  La Muerte de Ernesto Sábato - La Muerte de Bin Laden - Muy poco antes, la muerte de Sai Baba - Apenas un poco más atrás el Tsunami y terremoto de Japón.

En el medio el gran incendio social y económico en Egipto, luego en Libia y proliferando luego por Siria y tantos otros países de Medio Oriente. Y seguramente nos olvidamos de tantas otras cosas. Ni qué hablar de lo que nos conmueve de manera más cercana, de las noticias de todos los días igualmente resonantes.

En todos los casos se trata de acontecimientos de repercusión colectiva y según nuestra lectura ligados esencialmente a NEPTUNO, la vibración transpersonal que recién irrumpió en PISCIS, cuya regencia exotérica la astrología le confiere.

Es obvio que la gran T Cuadrada Cardinal (Plutón + Urano junto al stellium ariano de estos días + Saturno) conforma uno de los mapas más desafiantes que el Cielo nos está obsequiando desde hace cierto tiempo. Los sucesos desencadenados imprevistamente por los poderosos del mundo, hablan tanto de Urano como de Plutón y del obvio límite tajante y equilibrador por destino, de Saturno.

Pero la repercusión masiva, la manera como los medios reproducen, amplifican y distorsionan la información recibida, nos lleva a esta sensación: que el pincel resaltador lo tiene Neptuno en Piscis.
Antes que nada, recordemos la función profunda y universal de esta cualidad del sistema amplio, que trabaja disolviendo las formas existentes para poner en contacto y mezclar las esencias que ellas contienen.

En el nivel psíquico humano -individual y colectivo- propicia nuevas maneras de la percepción. Nos lleva a aceptar que "la realidad" tal como la vivimos y transmitimos, es meramente un acuerdo colectivo que tiene ya fecha de vencimiento.

De hecho ya con Einstein y la física cuántica irrumpió ese aviso hace casi un siglo ... pero parece que recién ahora nuestras vísceras lo están asumiendo (bajo protesta y con todo tipo de diarreas y retortijones).

Es por ello que la resistencia de las viejas formas continuará aún bastante. Piscis es un ángulo de limpieza de residuos del viejo ciclo y Neptuno se dispone a baldear a fondo los restos y resacas acumulados.

No hay manera por lo tanto de impedir que se generen los efectos colaterales indeseados: caos de todo tipo y color, conclusiones delirantes, mentiras colectivas, idealizaciones que caen en picada originando desilusiones dramáticas, envoltorios engañosos. No es ésta la función profunda de Neptuno, pero es la manera como suele irrumpir cuando el psiquismo individual y colectivo- es mayoritariamente inmaduro.
Neptuno además, se tomará su tiempo, recordemos que su órbita equivale a 168 vueltas terrestres... Lentamente, morosamente, a lo largo de los catorce años que estará en Piscis, Neptuno irá baldeando estas psiques nuestras llenas aún del oscurantismo de la Era que ya termina y con su agua viva, la que desde antiguo se simboliza como el Océano de la Existencia, elastizará la banda que incluye tanto las emociones como la mente dentro del psiquismo colectivo y de las psiques individuales. Por lo menos así lo hemos construido de manera plausible en nuestras representaciones psico-astrológicas. Me gusta como siempre llamarlo "una hipótesis altamente corroborable". Y también me gusta jugarme por ella.

Ahora bien: el panorama dista de parecerse a un lecho de rosas, entonces...¿qué hacer? Quizá por ahora, no mucho más que mirar, observar, dejarnos impregnar por esta desconcertante vibración. Soñar y luego intentar compartir imágenes alrededor del fuego con nuestros compañeros de círculos o redes. No apresurarnos a sacar conclusiones, mucho menos si son producto de la información sesgada, morbosa y autodestructiva de los medios de comunicación masiva. Estar atentos y escuchando lo que todos dicen, eso sí. Pero evitando juicios apresurados, prejuicios que irrumpan desde las cicatrices de nuestros miedos más viejos, palabras -orales o escritas- de las que luego podamos arrepentirnos.

Y mirar mapas. No los del pentágono o los de la Casa Blanca, no los que quieren mostrarnos dónde quedan los temidos Pakistán o Afganistán, esos "nidos de terroristas" que luego el Emperador se verá obligado a ajusticiar, para poder anunciarnos que "el mundo es ahora un lugar más seguro". Esos mapas son ficticios y también lo son la imagen y las palabras del emperador y de su séquito, así como las de sus demoníacos enemigos.

Uno a uno van cayendo estos reflejos torpes de la antigua realidad del planeta -de eso se ocupa Plutón con gran delectación por cierto- y pronto ya no habrá faraones, dictadores, emperadores o héroes a la vieja usanza. Parece mentira que subsistan aún, en pleno arranque del siglo XXI, algunos que insisten en creer que ocupan esos lugares "por derecho divino". Ya van siendo fantasmagorías del pasado, sus contornos se disuelven y pronto no sabremos decir si realmente vimos a Obama y a Bin Laden muerto por la TV o los soñamos. Y es que de hecho, ambas son realidades equivalentes por derecho propio.

No nos referimos entonces a esos mapas viejos, fantasmagóricos y cada vez más imprecisos, que sólo conducen al error y al ridículo, usados de manera agónica por las fuerzas guerreras de los distintos imperios decadentes y por sus voceros de las cadenas televisivas.

Nos referimos a nuestros mapas estelares, los que usamos en astrología para intentar mirar un poco más lejos y más amplio. Les ofrecemos algunos, para que si quieren vayamos mirando juntos, meditando, intuyendo. Y sobre todo invocando que estas lecturas nuestras no colaboren con la distorsión, la polarización, el acrecentamiento de la sombra y el karma colectivos.

Que estos mapas y lecturas sirvan para lo que fueron construidos por nuestros antepasados -como vehículos de nuestras representaciones del universo- para ir ampliando cada vez más nuestra percepción. Para que mirando más lejos y arriba también miremos cada vez más cerca y adentro.

Neptuno en Piscis, entre tanto, irá disolviendo las viejas sinapsis separativas y preparando o activando otras nuevas, más elásticas. Que incluyan los universos paralelos y las distintas "realidades" que ya habitamos hace tiempo, pero que aún no terminamos de asumir.
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Olga Weyne (para Astrólogos Argentinos Tendiendo Puentes).
Buenos Aires, 5 de mayo de 2011.
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Para los astrólogos ya entrenados en lectura de cartas les ofrecemos este material, para que discutamos juntos. Hacer clik aquí


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(*) De Jetzun Milarepa (poeta tibetano 1062-1155), "Doce Engaños" (cita de Liz Greene como epígrafe a El Neptuno Esotérico, cap 7 de Neptuno, un estudio astrológico, Barcelona, Urano, 1997).