¿Apertura de Portal o percepción colectiva lunar-neptuniana?
El poder del inconsciente
por Olga Weyne
11-11-11
Los meditadores invocaron el advenimiento de un “paso cósmico”, de una fecha especial y esperada -no desde la astrología sino desde la numerología- para propiciar un renacimiento espiritual de la especie humana.
Me pareció escuchar -tras el griterío de algunos noticieros o programas de los medios masivos- que los trasnochados de siempre habían predicho algún apocalipsis. A éstos no les presté casi atención.
Muchas otras personas tomaron el hecho como una curiosidad más, de las tantas que los medios difunden y básicamente bastardean. Y otras probablemente ni se han enterado, ocupadas en huir de (o en intentar controlar) el incendio de formas económico-políticas y de creencias que se extiende por el planeta.
PARA LA ASTROLOGÍA
Entre los astrólogos que me rodean, hubo respeto por esta convocatoria e incluso muchos participaron en alguna meditación colectiva de las tantas que se propusieron en la ciudad. Entre la gente de nuestros cursos y círculos de la Red LunaVenus, predominó la opción por sostener el clima meditativo de la Luna Llena del día anterior, que venía de una hermosa conjunción con Júpiter. A esto se sumó otra efemérides celeste muy importante: el cambio de velocidad de Neptuno (que se puso directo a 28 de Acuario, y que de ahora en más seguirá en pleno viaje hacia Piscis, su signo, al que ingresará el 4 de febrero y por el cual viajará durante unos 14 años, ya sin retrogradar a Acuario). O sea que desde todo lo que simboliza Neptuno, estamos empezando aquí también una nueva y gran etapa.
En estos casos -Luna llena, Júpiter conjunción Luna y Neptuno directo- se trata de posiciones, movimientos y velocidades de órbitas medibles y constatables desde el conjunto del sistema solar, dentro de esa gran coreografía que los astrólogos admiramos y estudiamos.
La convocatoria a meditar ayer, en cambio, se sostiene en los principios de la numerología, -mucho más abstractos en la elaboración de sus clasificaciones- que considera al número 11 como una "vibración maestra". La sincronicidad se dio porque, por primera vez en un siglo, las cifras de la fecha están formadas por el mismo número.
¿CÓMO NO SUMARSE A UNA CONVOCATORIA TAN AMOROSA Y DE BUENA INTENCIÓN UNIVERSAL?
En la astrología -salvo en el caso de las manchas solares- no hay ciclos de 11 años. Pero eso no impide que en el plano psicológico, los practicantes o exploradores de distintas disciplinas, nos sumemos a una propuesta colectiva como la que ocurrió ayer, dejando de lado las diferencias de postulados de cada paradigma.
PARA LA ASTROLOGÍA
Entre los astrólogos que me rodean, hubo respeto por esta convocatoria e incluso muchos participaron en alguna meditación colectiva de las tantas que se propusieron en la ciudad. Entre la gente de nuestros cursos y círculos de la Red LunaVenus, predominó la opción por sostener el clima meditativo de la Luna Llena del día anterior, que venía de una hermosa conjunción con Júpiter. A esto se sumó otra efemérides celeste muy importante: el cambio de velocidad de Neptuno (que se puso directo a 28 de Acuario, y que de ahora en más seguirá en pleno viaje hacia Piscis, su signo, al que ingresará el 4 de febrero y por el cual viajará durante unos 14 años, ya sin retrogradar a Acuario). O sea que desde todo lo que simboliza Neptuno, estamos empezando aquí también una nueva y gran etapa.
En estos casos -Luna llena, Júpiter conjunción Luna y Neptuno directo- se trata de posiciones, movimientos y velocidades de órbitas medibles y constatables desde el conjunto del sistema solar, dentro de esa gran coreografía que los astrólogos admiramos y estudiamos.
La convocatoria a meditar ayer, en cambio, se sostiene en los principios de la numerología, -mucho más abstractos en la elaboración de sus clasificaciones- que considera al número 11 como una "vibración maestra". La sincronicidad se dio porque, por primera vez en un siglo, las cifras de la fecha están formadas por el mismo número.
¿CÓMO NO SUMARSE A UNA CONVOCATORIA TAN AMOROSA Y DE BUENA INTENCIÓN UNIVERSAL?
EL PODER DEL INCONSCIENTE COLECTIVO
Me surge la necesidad -a riesgo de repetirme- de volver a lo que publiqué el 26 de julio pasado con motivo de "El Día fuera del Tiempo". Es que creo que estamos ante una equivalente situación (*).
Si una fecha es designada como "un día especial" y existen millones de personas considerándola como tal, es innegable que este día quedará impreso con una “fuerza especial” en el inconsciente colectivo. Desconocemos el mecanismo por el cual se conforma "la sustancia de los arquetipos" pero es innegable que estas imágenes son el resultante del valor agregado que teje una conciencia colectiva sincronizada en torno a un mismo pensamiento o creencia. (*)
De manera que aproveché nuevamente para meditar -mes a mes lo hago, individual y grupalmente- con motivo de la Luna llena. Esta vez sumándole el acontecimiento importante para todo astrólogo: que Neptuno ya viaja raudo y mágico rumbo a su reinado específico (Piscis) en el que se quedará por mucho tiempo. En los distintos círculos, no dejamos de invocar "paz y amor" a todos los meditadores que en ese momento proponían sus propias ceremonias en todo el planeta, ya que la sincronicidad se reforzaba enormemente. Desde la astrología, como es sabido, simbolizamos con Neptuno las misteriosas funciones del inconsciente colectivo.
EN SÍNTESIS... ¿APERTURA DE PORTAL O PERCEPCIONES LUNARES-NEPTUNIANAS?
Igual que con las "profecías mayas", vuelvo a confesar que me da igual, y que en todo caso "se non è vero, è ben trovato".
Y de nuevo -en este caso- me pareció impactante que una convocatoria a la paz mundial y a la apertura de las conciencias de sus habitantes, resonara de tal manera por todo el planeta. Visto así, no había manera de no sumarse a lo que ocurrió ayer.
O.W.
Buenos Aires, 11 de noviembre de 2011
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NOTAS
